Allá por el año 1992, nos embarcamos en la aventura de un viaje a Rusia.
Todo surgió de un artículo en el periódico «El País» en el que se hacía referencia a la inauguración del primer restaurante español en Moscú. Un grupo de nosotros, tenía la idea de organizar un viaje hasta Finladia y ya que estábamos por allí probar la aventura de ir a Rusia, país que en aquel entonces era todo un desconocido para nosotros.
Lo primero que hicimos fué intentar conseguir el número de teléfono del restaurante para intentar que nos dieran una invitación para viajar a Rusia, ya que esa era una condición indispensable para entrar en aquel país. Nuestra sorpresa fué que no sólo nos ofrecieron la invitación sino que además nos propusieron contratarnos durante un mes y medio, a cambio de tocar en el restaurante.
Como comprenderéis habia tortas para ir a ese viaje; así que organizamos una de nuestras entretenidas reuniones en la plaza San francisco para decidir quien iba al viaje y de que manera. Monix y Kisko quedaron (muy a su pesar) automáticamente excaliminados por culpa de la mili. Así que quedaban 8 personas que tenían disponibilidad para viajar. Como en aquella época éramos unos lanzados, nos pareció de lo más normal el siguiente plan:
- Un grupo formado por: Maikel, Serguey, Mathyas y Gallofa; partirían en avión hasta Moscú
- Tres semanas después, otro grupo formado po: Pollo Moncalvillo, Quechua y Cuato, partirían en coche de Zaragoza, se cruzarían toda Europa (incluyendo paises tan seguros como Ucrania) y llegarían hasta Moscú un mes después de que el primer grupo hubiese salido desde Zaragoza
- Mientras tanto el primer grupo habría cambiado los billetes de avión de nombre para que pudiesen ser utilizados por el segundo grupo
- Una vez que los dos grupos se juntasen en Moscú, el primer grupo volvería hasta Zaragoza en coche, haciendo un pequeño desvío por Finlandia y Noruega, mientras el segundo grupo permanecería en Moscú 2 semanas y volvería a Zaragoza en avión.
- Aprovechando que teníamos un contrato en Dax (Sur de francia) los dos grupos, junto con el resto de la Tuna se reunirían allí para contarse las respectivas aventuras.
Como comprenderéis un plan tan disparatado sólo puede ser debido al exceso de alcohol de aquella tarde y en principio tendría que haber sido un desastre total, pero la verdad es que no sólo funcionó como un reloj sino que fué mejor de lo esperado…
Continuará en sucesivos artículos
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